“Regalías para ciencia: de la locomotora a la “revisatón” (PUNTO 10)

De acuerdo al documento: “Regalías para ciencia: de la locomotora a la “revisatón” de Gabriela Delgado M., profesora titular, directora del Departamento de Farmacia, Facultad de Ciencias. Universidad Nacional de Colombia UNPeriódico – N.º 211 julio 2017 p. 2, realice los siguientes desarrollos:
a) Elabore un gráfico de barras, explicando en porcentajes, qué ha pasado a partir del 2010 con el presupuesto para Colciencias
b) ¿Por qué Colombia no tiene una política nacional de Ciencia y Tecnología?
c) ¿Por qué la Universidad Pública es la más privada del País?
d) ¿Por qué se va a destinar del presupuesto de Colciencias, parte de las regalías para invertir en vías terciarias?

A) Elabore un gráfico de barras, explicando en porcentajes, qué ha pasado a partir del 2010 con el presupuesto para Colciencias.



B) ¿Por qué Colombia no tiene una política nacional de Ciencia y Tecnología?

Haremos una semejanza con un árbol, el roble representa los proyectos de investigación, cuyos resultados no se logran exponiendo propuestas de investigación sin condiciones de financiación sostenibles; si antes de ocho años no se lograron frutos, menos se lograra obtener madera.
Al igual que con los robles, no en todos los proyectos de investigación se obtienen los resultados esperados, pero de los que sí, la cosecha es abundante. Si los políticos optaran por invertir en robles no plantarían semillas con la intención de buscar bellotas o madera a los tres o cuatro años de su mandato, sino que sembrarían para que el siguiente gobierno reciba la cosecha.
Si Colombia valorara la ciencia y la educación de la manera correcta, se construirían de forma alucinada políticas de Estado con instrumentos articulados al recurso, lo que impactaría, entre otros factores, la oferta de la universidad pública, que sin duda hoy es la universidad más privada del país: privada de recursos, de infraestructura y de oportunidades de participación en la política pública.

C) ¿Por qué la Universidad Pública es la más privada del País?

No ha existido una sola protesta entre estudiantes de las universidades públicas colombianas en la que alguien no se asome, en medio de los gases lacrimógenos, la lluvia de piedras o fuentes de agua por parte de SMAD, con un cartelito en contra de la privatización de la educación o grite consignas como “La educación no se vende, se defiende”. Pero qué pensarían todos los que han sido presas de esa oscura pesadilla si les dijeran que eso difícilmente va a ocurrir y, por el contrario, es más factible una “politización” de las universidades privadas.
Por primera vez en la historia de nuestro país, un número formidable de estudiantes provenientes del Sisbén de los estratos 1, 2 y 3 accedían de manera gratuita a cualquier universidad. Incluyendo la universidad más costosa de Colombia. Los Andes, que a través de su propio programa de becas, Quiero Estudiar, se dieron cuenta de que al abrirles la puerta a los mejores trascendía inmediatamente en su calidad. La tasa de Suma Cum Laudes es siete veces mayor que en el resto de la población universitaria y la tasa de deserción mucho menor. “Concluyo que Ser Pilo Paga”, remató Navas en aquel auditorio, “ayuda a romper esa vieja distinción infundada entre universidades públicas y privadas”.

D) ¿Por qué se va a destinar del presupuesto de Colciencias, parte de las regalías para invertir en vías terciarias?

Colombia posee actualmente 2,6 billones de pesos de regalías para la inversión en Ciencia y Tecnología que deberían de destinar a proyectos primordiales. Ya se gastaron los otros 2,3 billones en pequeños programas que fracasaron de manera abrupta. 
Según la Constitución de 1991, establece que estos recursos pertenecen a los departamentos. Por eso, son manejados en cuentas individuales como el Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación (FCTI). Si prospera la propuesta del gobierno de sacarle a este fondo 1,1 billones para financiar vías terciarias en municipios en los que se requiere con urgencia consolidar el posconflicto, aún quedarían 1,6 billones de pesos. Sin contar los recursos que en el futuro seguirán llegando a este fondo, que hoy alcanzan 600.000 millones de pesos al año, aunque varían con el precio del petróleo, carbón o gas.



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